Con cada lanzamiento de una nueva plataforma, los más interesados en eloverclocking no dudan ni un segundo en llevar a ese hardware al límite. En el pasado, la práctica del overclocking era un más flexible. En estos días hay procesadores que apenas permiten un puñado de MHz extra, mientras que intentan compensar esta “falta de espacio” con modos Turbo, los cuales aumentan la frecuencia final bajo aplicaciones de un solo hilo. Pero también existen chips con el multiplicador liberado, actualmente identificados bajo la designación “K”. La diferencia más importante entre Intel y AMD en este punto es que Intel reserva sus procesadores K para su gama media-alta, mientras que AMD ofrece APUs con designación K en un rango de precios que apenas supera los cien dólares.
Los flamantes Trinity de AMD no son la excepción (ya había sucedido con chips Llano), y así encontramos modelos como el A10-5800K, el A8-5600K y el A6-5400K. El 5800K ha demostrado ser el más popular hast ahora, y actualmente se puede obtener a unos 130 dólares al otro lado del charco. AMD permite aplicar overclocking de forma independiente entre CPU y GPU. Hay múltiples reportes que hablan de un aumento en la frecuencia del GPU en el orden de los 200 MHz utilizando el disipador de fábrica, colocando al vídeo integrado en la frontera de los 1.000 MHz. Por el lado del CPU, algunos sitios especializados comprobaron que no podían llevar a sus ejemplares más allá de 4,4 o 4,5 GHz, pero ya hay reportes validados en CPU-Z que muestran niveles de overclocking de 5,1 GHz usando aire, y 7,3 GHz con nitrógeno líquido.
En el primer caso se utilizó una placa base Asus F2A85-V PRO con un voltaje de 1,616 voltios sobre el APU y los cuatro núcleos activos, mientras que en el caso del overclocking con nitrógeno, la placa base fue una Biostar Hi-Fi A85X, aplicando un monstruoso voltaje de 1,956v, aunque el APU debió operar con dos núcleos para alcanzar ese umbral. No importa qué clase de refrigeración vayas a utilizar, prácticamente todos los portales están recomendando desactivar el modo Turbo si vas a aplicar overclocking sobre tu APU, principalmente para evitar cualquier condición de throttling que pueda limitar los resultados. En el caso del 5800K, el Turbo llega hasta 4,2 Ghz. Si quieres ir más allá, deberás anular al modo Turbo desde el BIOS.
En el primer caso se utilizó una placa base Asus F2A85-V PRO con un voltaje de 1,616 voltios sobre el APU y los cuatro núcleos activos, mientras que en el caso del overclocking con nitrógeno, la placa base fue una Biostar Hi-Fi A85X, aplicando un monstruoso voltaje de 1,956v, aunque el APU debió operar con dos núcleos para alcanzar ese umbral. No importa qué clase de refrigeración vayas a utilizar, prácticamente todos los portales están recomendando desactivar el modo Turbo si vas a aplicar overclocking sobre tu APU, principalmente para evitar cualquier condición de throttling que pueda limitar los resultados. En el caso del 5800K, el Turbo llega hasta 4,2 Ghz. Si quieres ir más allá, deberás anular al modo Turbo desde el BIOS.
* fuente: neoteo.com
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