El lugar fue el llamado “Muelle 65”, cerca del Río Hudson, en la ciudad de New York. Steven Sinofsky, presidente de la división Windows y el “rostro” del esfuerzo realizado en Windows 8 y sus productos derivados, tomó rápidamente el escenario. Desde el comienzo, Sinofsky dio la bienvenida a “una nueva era” tanto en Windows como en los ordenadores que lo usan. Al mismo tiempo, era inevitable que dedicara unas palabras a Windows 7, que por lejos, es el sistema operativo más exitoso que Microsoft ha hecho hasta la fecha. Este hecho se ve respaldado por más de 670 millones de licencias vendidas, entre consumidores y entornos empresariales. De todos modos, Sinofsky no consumió demasiado tiempo “destacando” a Windows 7, porque al fin y al cabo, está allí por Windows 8. Después de recordar viejas épocas con Windows 95, cuando “no había Internet o e-mail” y era como “vivir en una cueva”, identificó a Windows 8, casi en modo predecible, como la “la mejor versión de Windows jamás hecha”.
Sinofsky no ahorró elogios para Windows 8 y la nueva generación de ordenadores que lo ejecutarán (Lucas Jackson/Reuters)
La siguiente fase se concentró sobre algunos números relacionados a Windows 8, como un tiempo de inicio inferior a diez segundos en nuevas PCs, una reducción en el consumo de memoria, mayor duración de baterías (hasta un 13 por ciento, según Sinofsky), y unas 1.240 millones de horas de pruebas, repartidas a través de los tres “previews” que tuvo el sistema operativo. Otro detalle no menor es que Windows 8, además de ser compatible con sistemas que pueden ejecutar a Windows 7, ha sido certificado en más de mil ordenadores (se nombró varias veces a Intel aquí, y un par a AMD), algunos de ellos con un costo inferior a los 300 dólares, menos de lo que cuestan algunas tablets de alta gama (ya sabemos para quién va ese detalle). Sinofsky también consumió algunos minutos mencionando nuevamente que Windows 8 funciona tan bien con ratón y teclado como lo hace con pantallas táctiles. Al menos en este punto, Microsoft reconoce que todavía queda mucha gente por convencer, por lo que se anunció oficialmente que cada copia de Windows 8 (sea comprada individualmente o venga preinstalada en un nuevo ordenador) tendrá una especie de tutorial que guiará al usuario en los primeros pasos dentro del sistema operativo.
Windows 8 contará con un tutorial para guiar a los nuevos usuarios (Mario Tama/Getty Images)
Como no podía ser de otra manera, durante el evento se realizó el lanzamiento oficial de la Tienda Windows, que ha incrementado notablemente la cantidad de apps disponibles en los últimos días, pero que aún sigue siendo baja. La Tienda es de vital importancia para Microsoft, en especial bajo Windows RT, debido a que recibirá una parte de cada aplicación vendida (30 por ciento, y baja a 20 si la aplicación recauda más de 25 mil dólares). Aunque Sinofsky ha dicho que todo ordenador compatible con Windows 8 puede ejecutar las aplicaciones disponibles en la Tienda, lo cierto es que hay un pequeño asterisco a tener en cuenta, debido a que un ordenador con resolución inferior a 768 píxeles de alto puede recibir a Windows 8, pero no puede ejecutar las aplicaciones. Aunque ya no tienen un lugar de privilegio en el mercado, hay muchas netbooks que tienen la capacidad de ejecutar a Windows 8, pero no podrán aprovecharlo al máximo por la restricción de resolución.
Windows 8 ya tiene más de mil sistemas certificados (AFP)
Mike Anguilo y Julie Larson-Green enseñaron más del comportamiento de Windows 8 en hardware homologado para Windows 7, y aunque siempre es bueno confirmar la existencia de retrocompatibilidad, la demostración vuelve a confirmar algo que ya se sabía desde hace tiempo: La prioridad de Windows 8 es la pantalla táctil. Este probablemente haya sido el punto más débil del evento: Se dedicaron a mencionar detalles que ya han sido registrados por los medios especializados, y hubo instancias en que parecía que querían vender ordenadores con capacidad touch, en vez de promocionar a Windows 8. Debieron pasar cerca de veinte minutos hasta que Steve Ballmer, CEO de Microsoft, subió al escenario y corrigió el curso hasta el final del keynote. Incluso se puede decir que había más entusiasmo por Surface que por Windows 8 mismo. ¿Por qué? Porque en la tablet Surface, la esencia del nuevo Windows se siente mucho más cómoda. Mientras que Windows 8 debe adaptarse a los diferentes formatos de ordenadores convencionales, con Surface eso va en sentido inverso, ya que es una tablet especialmente desarrollada para recibir a Windows RT y Windows 8.
Ballmer se quedó con la última parte del keynote de Windows 8 (Lucas Jackson/Reuters)
Y así fue como la tablet Surface tuvo su propio evento, que comenzó cerca de una hora después de que finalizara la presentación de Windows 8. En la “primera ronda” Microsoft dedicó bastante espacio a los sistemas de aquellos fabricantes que se asociaron con el gigante de Redmond en el lanzamiento del nuevo sistema operativo. Algunos de estos OEMs llevaron a cabo sus propios eventos, como fue el caso de Asus, que lanzó un verdadero batallón de ordenadores y tablets. Pero Surface es la vanguardia, la punta de lanza, el puesto fronterizo a través del cual se espera que muchos usuarios ingresen al territorio de este “Windows reimaginado” (la expresión oficial fue “un escenario para Windows 8”). Algunos de los primeros análisis sobre la tablet Surface han sido bastante ásperos. Los medios especializados no han dejado piedra sin voltear, y las críticas estuvieron bien repartidas entre el hardware (la baja resolución de pantalla y la pobre calidad de las cámaras) y el software (se habla de cuatro mil aplicaciones).
La presentación de la Surface fue mucho más entretenida de lo esperado
Arriba del escenario, una de las primeras cosas que se defendió de la Surface fue el tamaño de la pantalla. De acuerdo a Panos Panay, uno de los responsables directos de Surface, 10.6 pulgadas fue el tamaño que se tenía en mente cuando imaginaban al software ejecutándose. La pantalla fue un desarrollo interno de Redmond, y está unida a unos doscientos componentes que también han sido creados en forma personalizada. Imagino que con esos términos Microsoft también busca cierta seguridad legal (ya sabemos cómo son algunas empresas con las demandas y las supuestas violaciones de patentes). Hubo un guiño especial hacia la ranura microSDXC de la Surface, que se ubica justo detrás del soporte integrado. Con 64 GB integrados, y otros 64 GB que puede aportar una tarjeta microSD, 128 GB de almacenamiento en una tablet son muy interesantes. La dinámica de la presentación de la Surface fue diferente, y debo decir mucho más atractiva. Tras explicar los beneficios del conector magnético y la capacidad de recarga (casi 100 por ciento en dos horas), Panay literalmente bajó del escenario y le pasó la Surface que tenía en la mano a uno de los presentes para que la pruebe. También hubo mención de la capacidad de conectividad de la Surface (sólo WiFi y Bluetooth por ahora), el nivel de contraste de la pantalla, y la función SmartGlass, que fue demostrada en vivo (mientras Panay seguía repartiendo tablets).
The Avengers sirvió como medio para la demo de SmartGlass (Reuters)
Si la presentación necesitaba una pizca de extravagancia adicional, Panay logró aportarla arrojando una Surface al suelo para comprobar que tan resistente es el diseño basado en magnesio. He visto programas y ordenadores colgarse en pleno evento, pero que alguien decida arrojar al suelo voluntariamente al producto que busca promocionar, es sin dudas algo diferente, que fue complementado con mantener suspendida a una Surface en el aire solamente con los imanes del Touch Cover. Personalmente creo que Panay hizo un trabajo mucho más completo presentando la Surface de lo que hubiera resultado a partir de las palabras de Sinofsky u otro representante. Si Microsoft quiere entrar en esta clase de juego, necesitará algunos jugadores que sepan moverse muy bien en el escenario.
Para la presentación, Microsoft usó Excel y PowerPoint en sus versiones para Windows RT
* fuente: neoteo.com
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